– 2JT 396: “Los votos que asumimos con el bautismo abarcan mucho. En el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, somos sepultados como en la muerte de Cristo, y levantados a semejanza de su resurrección, y hemos de vivir una vida nueva. Nuestra vida debe quedar ligada con la vida de Cristo. Desde entonces en adelante el creyente debe tener presente que está dedicado a Dios, a Cristo y al Espíritu Santo. Debe subordinar a esta nueva relación todas las consideraciones mundanales. … Las obligaciones del pacto espiritual que se hace en el bautismo son mutuas… El hecho de que habéis sido bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es una garantía de que si pedís su ayuda, estas potestades os ayudarán en toda emergencia.”
– Hijos e Hijas de Dios, p.17: “Todos los que hacen un pacto con Jesucristo se convierten por adopción en hijos de Dios. Son purificados por el poder regenerador de la Palabra, y se comisiona a los ángeles para que les sirvan. Son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Se comprometen a ser miembros activos de su iglesia en la tierra.”
– Ella menciona esta cita como cierta e inspirada una gran cantidad de veces (ATO 110; 146, CSS 313; DTG 758; HAp 23;).
– No sólo la usa, sino que por visión ella dice que ese texto de Mateo 28.19 se lo explicó Pablo a los que rebautizó en Éfeso: