Antes de entrar de lleno en las declaraciones que hicieron los pioneros de la iglesia adventista del séptimo día con respecto a la doctrina de la trinidad, quiero que veamos una declaración que hace el Espíritu por medio de Elena de White:
“Muchos de nuestros hermanos no comprenden cuán firmemente han sido establecidos los fundamentos de nuestra fe. Mi esposo, el pastor José Bates, el padre Pierce, el pastor [Hiram] Edson y otros que eran perspicaces, nobles y leales, se contaban entre los que, después de pasar la fecha de 1844, escudriñaron en procura de la verdad como quien busca un tesoro escondido. Me reunía con ellos, y estudiábamos y orábamos fervientemente. Con frecuencia permanecíamos juntos hasta tarde en la noche, y a veces pasábamos toda la noche orando en procura de luz y estudiando la Palabra. Vez tras vez, esos hermanos se reunían para estudiar la Biblia a fin de que pudieran conocer su significado y estuvieran preparados para enseñarla con poder. Cuando llegaban al punto en su estudio donde decían: "No podemos hacer nada más", el Espíritu del Señor descendía sobre mí y era arrebatada en visión y se me daba una clara explicación de los pasajes que habíamos estado estudiando, con instrucciones en cuanto a la forma en que debíamos trabajar y enseñar con eficacia. Así se daba luz que nos ayudaba a entender los textos acerca de Cristo, su misión y su sacerdocio. Una secuencia de verdad que se extendía desde ese tiempo hasta cuando entremos en la ciudad de Dios me fue aclarada, y yo comuniqué a otros las instrucciones que el Señor me había dado” (Mensajes Selectos, tomo 1, p. 241)
Aquí vemos a algunos pioneros mencionados por nombres que bajo el estudio, la oración y la revelación obtuvieron desde el año de 1844 luz “acerca de Cristo, su misión y su sacerdocio”. Valdría la pena preguntarse a la luz de esta declaración ¿Tenían estos y otros pioneros luz acerca de la relación de Cristo y su Padre, acerca de la naturaleza divino y humana de Cristo? ¿Tenían luz acerca de la misión de Cristo? ¿De su sacerdocio? No podemos negarlo a menos que estemos dispuestos a negar el espíritu de profecía como no inspirado. Muchos han entrado en ese camino y ya han naufragado en su fe, aunque todavía sean miembros respetados de sus iglesias. Y...¿desde qué año tenían esta luz? Sin lugar a dudas debemos responder: desde el año 1844. Así que desde el mismo comienzo ellos estaban en lo correcto respecto a la naturaleza, esencia y obra de Cristo. Si entonces decides creer en Jehová y en sus profetas, no queda más que mostrar que escribieron acerca de Cristo estos hombres que fueron iluminados plenamente en este respecto.
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