jueves, 12 de junio de 2008

Mis reflexiones sobre la verdad y el fariseismo

La obra que debemos hacer es este tiempo es la de siembra y no de cosecha, la obra de esparcir las publicaciones (de los reformadores y de los pioneros) y de que se preparen los que según Dios hayan de ser obreros. Y no hemos de increpar a la gente a que salga de sus iglesias. Y el orden que debe regir en las congregaciones está claramente mostrado en la Palabra: en cargos de dirección y predicación NO pueden estar las mujeres o los neofitos (Isa 3.1-12; 1Cor 14.34; 1Tim 2.11-12; 1Tim 3.6; 1Ped 3.1-6).


La gente necesita saber lo más importante del mensaje triangélico que es tener el evangelio eterno (Solo Dios salva, nos predestinó a salvación y por eso engendró a su Hijo en la eternidad - que es lo que predicaban los reformadores del Siglo 16 -Sola Biblia, Sola fide, sola gratia, solo Deo Glori) y además de tener el evangelio eterno lo otro igual importante es la fe de Jesús (el mensaje de minneápolis de 1888).


Además aún no es el tiempo de que la gente salga de sus iglesias (estamos antes del pentecostes de Apoc 18.1, por lo cual Apoc 18.4 que es el llamado a salir de las iglesias caídas aún no se aplica).